Casi nada, el sábado le propinamos tremenda pepinisa a los Cowboys con mis niños del tocho. Ya en la tarde fue el bautizo de Laila -sobrina- y estuve echando el trago con unos amigos de mi hermano de la infancia. Noche de recuerdos en donde el tema central fue lo que había sido de los cuates de ese entonces. Me gustaría en algún momento generar una entrada especial para recordar como era mi vida en ese entonces; por ahora, sólo comentaré que hablamos de lo que éramos entonces y de lo que había sido de nosotros. Comentamos que algunos de nuestros cuates se habían quedado atrapados en ese ambiente, haciendo chambitas, algunos se habían ido a vivir a quién sabe donde, algunos se casaron y ahora viven ahí mismo con sus padres. Otros que parecían tener un futuro prometedor ahora se les ve deambulando por la calle con los cabellos tiesos y costras de mugre, algunos sencillamente murieron. Algunos como yo, logramos salir de ahí e intentamos hacer algo productivo con nuestras vidas. Lo cierto es que toda esa gente con la que conviví casi a diario me marcaron para siempre y me dejaron lecciones muy valiosas, la más importante de todas: Alejarme de ahí para siempre antes de que hubiera sido demasiado tarde.
El domingo, pues nomás hacer corajes por la pinchi selección mexicana de fur bol!
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1 comment:
añada al messenger a la italiana, ya le hablé de usted, es super simpática y habla español
annabussu78@hotmail.it
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