Saturday, June 30, 2007

OH PLAQUETINA, PLAQUETINA... Continuación

Pues resulta que por una u otra razón, no llegaba yo a decidirme qué hacer con esta chamaca. En un principio pensé que tenía que hacer algo extraordinario, ya sabes, como llegar a su chamba vestido de botarga y cantarle una canción o mandarle pequeñas piezas de un rompecabezas, para al final, presentarme con la última y formar una bella escena. Pero no, no lo hice, simplemente le envié un correo en donde le decía -entre otras cosas- que no iba conformarme con leer su blog, no sería yo uno más de sus fans, yo tenía que conocerla y lo haría. Parece que eso de ser directo fue lo mejor ya que a la hora de haber mandado el correo me agregó a su messenger.

Me queda claro que hay ocasiones en que las cosas más simples, suelen tener mejores resultados. Capaz que voy yo bien dispuesto a ganarme su corazón vestido de Barney y me corre a patadas, bonito me iba a ver y mejor me iba a sentir, no creen? O quién sabe igual y hasta termina valiéndome madre.

Les cuento que platique un poco con ella por messenger, ah se me olvidaba comentar que esta mujer es verdaderamente un fenómeno, una “blogstar”. Además de sus más de 300 mil visitas que lleva, descubrí que al menos 5 conocidos míos la conocen de diferentes tiempos y de diferentes lugares, sin duda el cosmos se reorganiza para que pase algo entre nosotros, no creen? Está clarísimo.

Lo cierto es que antes, cuando me permitía hacer cosas locoshonas -en ocasiones sin pensármelo- solían ocurrirme situaciones verdaderamente memorables. Les cuento una: Hace algún tiempo, yo estaba verdaderamente clavao con una escuincla. Ella acababa de salir de vacaciones a Acapulco y por supuesto que a mi me urgía verla. No había nada entre nosotros –aún- y no parecía haber lugar para mí en su vida.

Resulta que iba yo con Xavor con rumbo desconocido, cuando de repente le dije:
-oye caun, quiero verla- No sé como se lo habré dicho que su respuesta fue contundente.
-pues vamos-
-¿a Acapulco?

No fue necesario nada más, pasamos por mi amigo el Flako –ya contaré sobres mis amigos, éste por ejemplo es el único flako-gordo que conozco- cambiamos de coche porque el mío no estaba como pa’ carretera y la seguimos a Acapulco. Salimos de aquí de la ciudad como a las 12 y llegamos a Acapulco a eso de las 4 am. ¿Qué sabíamos? En qué hotel estaba hospedada y su celular –que por supuesto no podíamos utilizar porque entonces pues cuál sorpresa, no creen?

Una vez que llegamos a Acapulco, tuvimos que buscar un lugar en donde descansar un poco porque de plano sí andábamos muy madreados. Por cierto, llevábamos el tanque lleno y algo así como …mmta, no recuerdo, pero no eran más de 200 pesos entre los tres. Pero eso sí, chingos de amor, chingos…

…conseguimos un motelucho de a 30 minutos por media hora y dormimos alrededor de 2 horas. Por cierto el baño se inundó cuando nos metimos a bañar –uno por uno por supuesto, el Xavor es medio gay, pero no es mi tipo, ja!-

Una vez que salimos en búsqueda de la señorita F –no mencionaré su nombre para no comprometerla, jajajajajaja- jajajajajajaj

Jajajajajajajajajaajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja jajajajajajajajj a jajajajajajajajajajajajajajaja aaaaahhhhhhhhh jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj

……perdón, jaja

Recorrimos kilómetros y kilómetros de playa y nada. Se preguntarán ustedes: y por qué no le hablaste? Claro que lo hice, bueno habían pasado como 4 horas de estarla buscando cuando lo hice –recuerden que no podíamos dejar el factor sorpresa, recurso que al final, por supuesto, terminó valiendo madres-

Una vez que me decidí a llamarla, ja, “el número que usted marcó se encuentra apagado o está fuera del área de serviiiiciiioooo” Putíiiisima madre, y ahí andaban los tres grandísimos pendejos ya casi insolados, sin un varo, hambrientos, etc, etc, etc, etc.

Ahhhh se me olvidó mencionarles que era ya la tarde del 31 de diciembre y por supuesto teníamos que volver para cenar cada quien con sus respectivas familias.

-Qué pedo, pues qué hacemos-
-Pues yo creo que ya te la pelaste-
-Chale, pues sí ni pedo-
-Márcale, la última vez-

Tuuuuuuuuuuuuuuuuuu, tuuuuuuuuuuuuuuuuuu- tuuuuuuuuuuuuu

-Bueeenoo-
-¿F?-
-Sí que pasó-
-Oye pues me dijo el Hugo que andabas en Acapulco y bueno pues tenía ganas verte y-
-¿¿¿y???-
-¿¿¿Viniste???
-¿¿¿Nooooo!!!???
-Dónde estas, te puedo ver?
-Sí estoy en el gwrgergerf, en el lobby-
-Te veo ahí-
-Ok-

De camino al hotel en donde estaba F, había yo cortado una flor de una jardinera de uno de los hoteles que están en la zona. Tenía que guardarla en un lugar para que ella no la viera, así que la metí en la bolsa de mi pantalón. En la bolsa izquierda llevaba yo mis calcetines sudorosos que me había quitado horas antes cuando caminaba yo por la playa.

Ahí estaba, la vi, supe entonces que había valido la pena. La saludé y la abracé.

-Te traje esto-

Ja, definitivamente era perturbador que alguien viajara 300 y tantos kilómetros para entregar unos calcetines sudorosos, eso lo entiendo perfectamente.

De camino a casa Xavor y el Flako no pararon de reprocharme que hubiéramos pasado todo lo que pasamos, para que una vez que estuviera con ella, ya en su cuarto con su familia –que por cierto nos recibieron divinamente, dándonos de comer y de beber a los cansados aventureros- no me acercara a ella. Pero por supuesto, yo ya sabía qué pedo.

1 comment:

Jessica Sosa Echagaray said...

andas!! ciberamor!!!!
ta cabron, no?

F.